ACTIVIDAD 1: Literatura infantil
FREDERICK
Como profesores estamos muy
acostumbrados a ver libros en las aulas, ya sea en una pequeña biblioteca, como
recurso de proyectos o para reforzar el contenido de una asignatura, pero,
¿Cuándo hemos dejado de ofrecer literatura a nuestros alumnos solo para
disfrutar? Parece que solo usemos este recurso tan versátil para enseñar y
crear unidades didácticas y dejamos a un lado un aspecto muy importante, leer
para soñar, experimentar e imaginar.
Al empezar a trabajar el
contenido de la asignatura descubrí que no tenía tan claro como creía las
características que debe reunir un libro de literatura infantil. Debido a eso,
me ha costado más de lo que pensaba elegir un buen ejemplo para analizarlo. No
obstante, he adquirido unas estrategias muy útiles para mi futuro como maestro
que van a facilitar mi forma de escoger los libros que ofrecer a mis alumnos.
Tengo la suerte de compartir mi
vocación con gente de mi alrededor que también la aprecia y de esta forma
llegan recursos a mis manos útiles para mi futuro como maestro. De esta forma
he conocido muchos cuentos, álbumes, poesías y novelas que podrían adaptarse al
análisis, pero he escogido uno que especialmente me gusta por sus
ilustraciones, lenguaje y sobre todo porque ha conseguido que cada vez que lo
lea imagine cosas diferentes.
Así que hoy os presento Frederick
de Leo Lionni, un álbum editado por una gran editorial como es Kalandraka.
Título: Frederick
Autor: Leo Lionni
Ilustrador: Leo Lionni
Editorial: Kalandraka
1ª edición: 1969
Edición utilizada: 2004
Curso en el que me baso al
analizarlo: 2º de primaria.
Leo Lionni (Amsterdam,1910 ; Toscana, 1999)
Leo
Lionni creció envuelto en arte ya que sus padres y tíos se dedicaban al mundo
de la música y pintura. Sin embargo, su formación tomó otro camino ya que se
doctoró en Economía. Unos años más tarde, se trasladó a Milán donde empezó a
formarse y a trabajar en el mundo del diseño gráfico. Su reputación como
artista iba creciendo y sus cuadros cada vez estaban mejor valorados, pero
siempre manteniendo una referencia a la infancia ya que el decía: “De algún
modo, en algún lugar, el arte expresa siempre los sentimientos de la infancia”.
En 1959 surgió por casualidad su primer libro infantil mientras entretenía sus
nietos con dos papeles de seda de colores. Así nació el ahora conocidísimo
álbum “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo” encabezando más de 40 obras, respetadas
y aclamadas por la crítica. Su última creación fue “Una piedra extraordinaria”
la cual escribió e ilustró con 84 años.
Sin dejar de lado el análisis
planteado, me gustaría hacer hincapié en la editorial de este álbum ya que
Kalandraka se ha dedicado desde su fundación en 1998 a editar álbumes
ilustrados con la mejor calidad y estética posible. Además, tiene varios
proyectos de animación a la lectura escolar, recuperación de clásicos y
traducción de obras importantes en el panorama contemporáneo, entre otros. Solo
quería hacer una pequeña recomendación, ya que si tenéis la oportunidad de leer
alguna de sus ediciones os sorprenderá.
Centrándonos en el álbum escogido
y pensando en la adecuación de nuestros alumnos, Frederick tiene un formato
rectangular de 22X30 cm siendo una medida muy manejable para niños y niñas de 7
a 8 años los cuales ya están muy acostumbrados a leer y usar libros de estas
características siendo así un álbum muy manejable. En relación con la portada,
a simple vista vemos un ratón feliz y sonrojado que sujeta una amapola sentado
entre dos piedras. Todo esto estampado sobre un fondo blanco de tapa dura y
rígida. Esta ilustración, que parece simple, nos da la oportunidad de
imaginarnos las mil aventuras que este ratón podría vivir durante la trama.
Como lectores, no vemos interferencias de ningún tipo para dejar nuestra mente
volar, y como he comentado anteriormente, es lo que mas me ha fascinado de este
álbum.
Al adentrarnos en el álbum, vemos
que el formato es muy similar en casi todas las páginas; ilustración a
doble página, texto breve situado en la esquina superior izquierda y fondos
blancos con ilustraciones que ocupan la mayor parte de la página y que alternan
colores grisáceos con llamativos. Además, estas páginas son resistentes y de
grosor considerable facilitando su uso para niños de 7-8 años.
Las ilustraciones, como ya
he comentado brevemente, son a doble página en las cuales ocupan la mayor
parte. Eso es debido a que una de las características que distingue los álbumes
ilustrados es la importancia que tienen estas ilustraciones por encima del
texto, donde incluso puedes encontrar más información que la que se proporciona
escrita. En nuestro caso, vemos unos dibujos creados con texturas sobrepuestas
con la intención de crear profundidad. Los colores que predominan son grises y
terrosos alternados con colores vivos y llamativos que van directamente
relacionados con la trama. Gracias a esta relación entre ilustración y texto,
podemos descubrir e incluso imaginar un poco mas de historia al analizar estos
dibujos.
En cuanto al texto, podemos darle
mas importancia a la forma y localización que a la tipografía, ya que
esta es sencilla, de imprenta y negra siendo visible y fácil de leer para
nuestros alumnos.
En cambio, me gustaría resaltar
el formato pues lo encontramos siempre ocupando el mismo espacio. Son textos de
unas 4-6 líneas en la mayor parte del libro exceptuando la ultima página donde
podemos leer una poesía. Es en esta página donde vemos como la estructura de
las hojas nos conduce a centrarnos en el texto o en la ilustración dependiendo
de la importancia de cada uno.
Centrándonos ya en el contenido,
el álbum trata de una familia de ratones que almacena alimentos para el
invierno, todos menos Frederick que se dedica a recolectar colores, rayos de
sol y palabras. Aunque parece un protagonista que aparentemente parece vago, al
llegar el invierno, cuando los ratones están aburridos y sin comida, Frederick
es el encargado de demostrar todo lo que ha almacenado ofreciéndoles una puerta
a la imaginación.
Al realizar una primera lectura
ya entendemos el tema principal del álbum, donde nuestros alumnos y
alumnas pueden entender que, en su clase, familia o entorno cada uno aporta
algo diferente y no por eso es menos importante. Los niños de 7-8 años,
empiezan a comprender que hay opiniones que pueden diferir a las suyas y por tanto
modos de trabajo que pueden ser diferentes a los suyos. Asimismo, nuestros
alumnos y alumnas, debido a su desarrollo intelectual, empiezan a sentir la
necesidad de ser reconocidos y empezar a crear un yo personal sintiéndose
identificados en las diferentes posiciones que adquieren los personajes.
De este mismo tema principal
salen los temas secundarios, el primero es el trabajo en equipo puesto
que cada uno de los ratones aporta un granito de arena para conseguir pasar el
invierno de la mejor manera.
Siguiendo con los temas que
ramifican del principal, tenemos la aceptación de lo diferente y de la propia
identidad representado en varios momentos de la trama. En primer lugar, lo
apreciamos en el momento que vemos la seguridad de Frederick al explicar qué
trabajo está haciendo. Seguidamente, vemos como los otros ratones empiezan a
valorar su esfuerzo cuando es capaz de transportarles al calor y los colores
del verano y finalmente, como son capaces de reconocer que Frederick tiene un
don especial.
Estas ideas que van surgiendo a
medida que releemos la historia, son perfectas metáforas para ejemplificar
situaciones en las que se pueden encontrar niños y niñas de 7-8 años. En esta
etapa del desarrollo evolutivo dan mucha importancia a su relación entre
iguales y en muchos casos podemos encontrarnos alumnos y alumnas que piensen
diferente a sus compañeros y que no sea aceptado. Una historia como esta apela
a sus situaciones del día a día sin dar ningún detalle explícito.
En cuanto a la estructura,
la trama es lineal y con un esquema sencillo de planteamiento, nudo y desenlace.
Gracias a esa sencillez, el cuento se adapta a la edad planteada pues favorece
la comprensión y la lectura autónoma tal y como se fomenta en su etapa de
desarrollo entorno a la lectura.
Referente a los personajes
son animales con cualidades humanas (antropomorfismo) siendo uno de los temas
favoritos de los niños y niñas de 7-8 años. Son una familia de cinco ratones
donde el único personaje que conocemos el nombre es Frederick convirtiéndose en
el personaje protagonista. Es un
ratón introspectivo y diferente a su familia que con su forma de ser consigue
hacerles felices. Los otros miembros de la familia pasan a ser personajes
secundarios que en un primer momento dudan del trabajo que hace Frederick,
pero al final se ven alumbrados por su manera de ser. Todos estos personajes
pueden apelar de una forma u otra a los lectores de esta edad ya que cada uno
se puede sentir identificado con la forma de ser de uno de ellos ayudándoles así
a entender los comportamientos de su entorno más cercano.
Ofreciendo esta lectura a un
grupo de 2º de primaria, les fomentamos varios valores que son muy
útiles en su crecimiento personal. En primer lugar, vemos reflejada la
imaginación en los momentos que Frederick consigue hacer soñar a su familia con
solo las palabras. De esta manera fomentamos su creatividad. En segundo lugar,
percibimos en toda la trama el compañerismo que hay entre todos los personajes
para conseguir un fin común, pasar el invierno de la mejor forma. De esa manera
se ejemplifica con una buena metáfora como conseguir objetivos de manera
eficaz.
Por el otro lado, podemos resaltar
el escepticismo como contravalor, pues al principio del relato los otros
ratones no tienen claro que lo que está haciendo Frederick va a serles de
ayuda. Este contravalor se puede percibir claramente en las preguntas que le
hacen como “¿Por qué no trabajas Frederick? O ¿ Y ahora Frederick?.
Para finalizar mi análisis, no
puedo obviar el lenguaje pues este tiene que favorecer la comprensión de
la trama en nuestra aula. Los párrafos de cada página son cortos y con un
vocabulario adecuado que no cansa al lector y proporciona la información
necesaria. Asimismo, goza de una claridad morfosintáctica apropiado para
nuestro curso. Como característica literaria a resaltar, notamos una diferencia
de estilo durante la lectura pues toda la trama esta escrita en prosa y al
declamar la poesía de Frederick, cambia a verso.
Con este análisis, he ido más
allá al estudiar todas las partes de un álbum que ya había leído en varias
ocasiones y había pasado por alto muchas de sus características. Puedo concluir
que la edad propuesta para ofrecerlo es la adecuada y me encantaría poder
descubrirlo por mis propios méritos, descubriendo así lo que ellos extraen y se
imaginan para poder conocer su análisis y compararlo con el mío. Una buena
manera de trabajarlo sería un libro fórum para poder comentar todos los aspectos que ellos
resaltan.
Con esta actividad, una vez más,
descubrimos la importancia que tiene la literatura infantil en nuestras aulas.
BIBLIOGRAFIA
- Cubells, F. Evolución de los intereses del niño en relación con la literatura, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es
- Labajo,I. Temario de la asignatura literatura española, literatura infantil y educación literaria, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es
- Leonni, L. (2004) Frederick, ed. Kalandraka.
- Kalandraka, [2012]. Kalandraka. [en línea]. Disponible en: http://www.kalandraka.com/noticias/detalle/?tx_ttnews%5Btt_news%5D=1667
Está muy bien. Te ha faltado sustentar en fuentes fiables la adecuación de los diferentes aspectos a la edad de los receptores.
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